miércoles, 16 de mayo de 2007

Marín: "Simeone era el mejor DT"


Ya no está. Fernando Marín condujo a Blanquiceleste desde su nacimiento, a fines de 2000, hasta la última semana de abril de 2006. Asiste, "como un hincha más" a la nueva etapa, según dice pero sabe, y calla, que su opinión no es la de un hincha más. Se fue y deja un título. El único en 37 años. El tiempo pondrá las cosas en su lugar, lo que hizo bien, lo que hizo mal. De todo eso habló con Clarín.,

—¿Por qué decidió dejar la empresa?

—Por el bien de Racing y para descomprimir la situación. Di el paso al costado porque mi figura irrita y de eso no había retorno. Si Racing salía campeón mundial igual me iban a insultar. El objetivo de la cesión pretende la continuidad del gerenciamiento en beneficio de Racing en lo económico y lo deportivo.

—¿Ganó o perdió dinero?

—De Blanquiceleste no me llevé un peso. No recibí nada por la cesión de las acciones. El dinero que entró ahora queda en Blanquiceleste para que siga funcionando. La nueva gestión debe cumplir pautas por etapas y eso está garantizado en un fideicomiso que retiene parte de las acciones y que serán liberadas a medida que se cumplan esas pautas.

—Es difícil de creer.
—Pero es así. Puse dinero como pusieron los otros inversores y no ha habido recuperación.

—¿Tuvo otras ofertas?
—Sí, hubo dos firmes, pero en ambas querían que yo siguiera.

—Ahora que está del lado de afuera y puede empezar a ver en perspectiva, ¿sirve el gerenciamiento?

—Lo primero que hay que aclarar es que no había otra manera de lograr la continuidad de Racing, atendiendo la ley de fideicomiso, que con esta figura. Ahora, el gerenciamiento no fue una privatización. Fue un medio, institucional y coyuntural, lo repito, para superar el estado terminal de quiebra. El gerenciamiento posibilitó la continuidad de la asociación civil, no al revés.

—¿En qué se equivocó?

—No sé... es difícil decirlo ahora, decirlo en cosas puntuales. Yo sé que traje la mayoría de los jugadores que pidieron los técnicos. Después, algunos rindieron y otros no. Es más, hubo casos, como el de Maciel, que se lo sugerí yo a Merlo cuando él no estaba convencido. Con lo que me quedo tranquilo es que nunca eché a un técnico y que mientras estuvimos, pagamos todo lo que estaba pautado.

—¿Se equivocó en dejar ir a Merlo?

—No lo dejé ir, él no quiso quedarse. Ahora que vuelve le deseo lo mejor porque yo sigo siendo hincha de Racing, no se olvide.

—Pero usted insistió en que siguiera Simeone.

—Porque estoy convencido que hoy, Simeone es el mejor técnico para Racing. Más que Merlo. Levantó un equipo muerto, proyectó a los pibes y sentó una base. Su experiencia en Europa es invalorable. Era la mejor apuesta para los próximos años.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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