El Cholo anticipa que atacará a Boca. Y motiva al plantel: después vienen el clásico y el Rojo...
Cada vez que Estudiantes visita la Bombonera, surge naturalmente y con nitidez la estadística: no gana allí desde 1996, 2-1 con dos goles de Palermo contra uno de Verón, defendiendo cada uno la camiseta del equipo que el domingo será rival. Los números son apabullantes. Pero de seguir la simple estadística, los hinchas del Pincha no deberían siquiera cruzar la calle 32. Y no será así: el equipo tendrá una nutrida compañía. Más si el mensaje es el de Diego Pablo Simeone, optimista siempre, aun en los momentos difíciles: "No me agarro de las rachas. Están para romperlas". Ya rompió una a final del año pasado, cuando le ganó la final del torneo a Boca, pese a que le saca una gran diferencia en el historial (el campeón del Apertura 2006 perdió 95 veces y logró sólo 32 victorias).
La apuesta del Cholo es a ganador. Hombre que ve bien el fútbol y no falla habitualmente al dar su diagnóstico en las previas, dijo: "Si vas a la Bombonera a defenderte, perdés; si vas a pegarle para arriba y esperar que la situación te la genere el azar, también perdés. Nosotros vamos a ir a jugar, necesitamos jugadores que quieran jugar, que tengan personalidad", fue su arenga pública.
El técnico reconoce que la campaña es mala. Aunque también aspira a poder cambiar la imagen. Para eso, trazó para sí y para el plantel el objetivo de los próximos tres partidos (Boca, Gimnasia e Independiente). "Tenemos rivales importantes de aquí hasta el final para poder redondear un campeonato bueno. Estará en nosotros entenderlo y expresarlo. Finalizar un buen campeonato será un impulso importante para todos. Por eso repito que estamos ante una serie que puede cambiar el torneo. De hablar de una campaña mala se puede pasar a una buena o muy buena. Está en nosotros resolverlo para un lado o para el otro".
