El Cholo les mandó un mensaje muy claro a los dirigentes de su club y en River, descartado Pekerman, lo recibieron como un guiño. ¿Hasta cuándo lo esperarán?
Verón, Domínguez y cuatro refuerzos para nada falopa. Esa es la definición de la palabra continuidad en el diccionario de Diego Simeone. En un martes muy mediático, el técnico dijo mucho tratando de decir poco. Le esquivó a las frases contundentes, pero el mensaje público que dejó para los dirigentes de Estudiantes fue que quiere contar con los dos Sebastianes de su plantel y con las cuatro incorporaciones desde el inicio de la pretemporada 2008.
Si no, adiós a La Plata.
Y hola a Núñez, más aún cuando un sí de Pekerman surge imposible, ya que tiene decidido seguir en Toluca (citó al plantel para el 11 de diciembre y pasará las vacaciones en México).
Como los que revolotean a una pareja en problemas para quedarse con la mujer apenas se separe del marido, en River esperan que a Simeone no le cumplan los pedidos y entonces acepte ser el sucesor de Passarella. Los motivos para la pelea están a la vista. Falta que vuelen platos y ceniceros para que el Cholo dé el portazo y rompa esa libreta de matrimonio que firmó hasta fines de junio.
Claro que todo depende del cristal con que se lo mire. Las interpretaciones de los dichos del técnico fueron de las más variadas.
—Si Estudiantes arregla con Verón y Domínguez, ¿podrías empezar sin refuerzos?
—No, imposible.
¿Cómo tomar este diálogo con Fernando Niembro? Si se lo hace literalmente, la balanza se inclina hacia el desembarco en River. Igual, Eduardo Abadie —presidente de Estudiantes- confió en satisfacer el pedido de su DT y confirmó que ya están haciendo gestiones. "Pienso en positivo y no en otro plan", explicó.
Pero el hombre del día era el Cholo...
—¿En cuántos puntos estás para quedarte?
—Aspiro a que traigan jugadores para armar el mejor equipo.
—Si te traen cuatro, estás en 10 puntos.
—Y si no, en cero.
Apenas unos minutos después de su contacto con La Red, el técnico apareció en TyC Sports y otra vez reafirmó su inflexible postura de todo o nada. ¿Entonces? Pasando de las palabras a los hechos, Simeone pretende un lateral izquierdo, un zaguero, un mediapunta y un goleador. Nombres que se rumorean sobran (ver Ustedes...) y se entrecruzan con el interés de River (Abreu y Placente). Sin embargo, lo más difícil parece estar en casa y se llama Verón. La estrella pincha también quiere que le aseguren un equipo competitivo para desechar la tentadora oferta del fútbol yanqui. Un sí de la Brujita para seguir sería el primer paso para que el Cholo se quede. Un no golpeará feo a los dirigentes, con los que el volante no tiene una buena relación. Como si eso fuera poco, la opción de compra de Domínguez cuesta tres millones de dólares, aunque la idea es renovarle el préstamo. "A pesar de que se sabía que estaba la Copa, se le hizo contrato sólo hasta diciembre", criticó Simeone.
"Hay que empezar por reforzarnos con ellos", repitió el técnico, que puntualizó que no le importa "ganar plata, quiero ganar más partidos". Su intención es "participar bastante" en las negociaciones porque en el último libro de pases perdió a figuras como Sosa y Pavone, y le trajeron a Galván, Enzo Pérez, Salgueiro, Barroso, Caggiano, Edgar González y Moreno y Fabianesi... "Se fueron jugadores y se está en condiciones de hacer un esfuerzo", opinó el Cholo y les endulzó los oídos a los dirigentes de River, que entendieron cada una de sus palabras como un guiño. "Esperemos arreglar la continuidad de Domínguez y Verón en estos 15 días".
—¿El plazo es 15 días?
—Los tiempos irán marcando los hechos.
Habrá que esperar. En River ya quieren llevar refuerzos para Simeone. Pero ojo, ante la chance de otro traspié, no le cierran la puerta a Borghi y Pumpido.
