domingo, 30 de diciembre de 2007

Ni uno Cholo



Simeone comenzará su ciclo sin refuerzos y con algunas bajas. El escenario que soñó para su River 2008 está lejos de ser realidad, pero él no pierde la calma y se prepara para la asunción, el jueves.

De a ratos, Sergio Almirón se transforma en salero. En otros, Andrés D'Alessandro tiene pinta de tenedor. Por momentos, Facundo Quiroga y Rodrigo Archubi adoptan la fisonomía de un cuchillo y una cuchara. Y a veces, Sebastián Abreu parece corporizarse en el pimentero. Es que Diego Simeone imagina y sueña a su River. No para. Nochebuena, Navidad o el último día del año, a él no le importa. Anticipa movimientos, mezcla a los integrantes de ese plantel en el que ya contó que ve "calidad e individualidades" con los apellidos que solicitó. Jugadores top, pero que hasta ahora, a 16 días de haber sido presentado en sociedad, salvo algún volantazo milagroso no van a llegar. Ni uno Cholo.

En la mejor de sus fantasías, el entrenador se imaginó entrando el jueves al vestuario del Monumental con un guía de lujo: Andrés D''Alessandro. Y aunque casi no se movió de la tranquilidad de Punta del Este, para conseguirlo agotó cuanto recurso tuvo a mano. Llamó al propio Cabezón para tentarlo; a Gustavo Mascardi para que hiciera posible lo imposible; y hasta al Ratón Ayala para que terciara ante los dirigentes del Zaragoza. Pero no hubo caso. El Cholo no lo terminó de asumir ni cuando Agapito Iglesias, el principal accionista de los maños, declarara intransferible al 10. El quiere contar con el conector de líneas, mucho más después de todas las idem tiradas.

Con la necesidad de reforzar a la defensa sí o sí, lo de Facundo Quiroga también resultó seductor. Aunque hasta ahora, si bien el Cholo no levantó la tapita de su diminuto celular, las negociaciones tienen aroma a teléfono descompuesto: mientras el Wolfsburgo aceptaría tratar el tema por la gran relación que tiene con River, el que no está convencido de volver es el defensor. "Mi familia es Gallina y quiere que juegue en River, pero allá estoy OK. Pasé la adaptación y me siento cómodo", le contó Quiroga a Olé. Por eso el DT volvió a hablar a Buenos Aires y dio la venia para ir por Gustavo Cabral, al que dirigió en Racing.

A los que no conoce de primera mano, Sebastián Abreu y Rodrigo Archubi, resulta que mueren por ponerse la camiseta de River. ¿Y entonces? Tampoco está sencillo: con la rescisión de los Tigres de Monterrey en el bolsillo y un acuerdo tácito para desembarcar durante un año y medio en Núñez, lo del Loco hace rato que dejó de ser una locura. Pero, siempre hay un pero. Que la FeMex acepte la transferencia y deje a un lado el boicot a River en represalia al Faríasgate es la traba para que el Cholo descorche en el coqueto hotel de La Barra donde montó su centro de operaciones.

Lo de Archubi, en cambio, cada vez es más duro. Descartada la chance de sumarlo a la transferencia de Belluschi, ahora en Lanús (el dueño de su pase) no quieren saber nada con verlo a préstamo en River. Es más: Nicolás Russo, vice del Granate, advirtió ayer que la única chance de que Archubi pase a River es que "Olympiakos lo compre y lo ceda". ¿Cuánto deberían poner los griegos, entonces? 2.600.000 euros... Y si de plata se trata, ése también sería el mayor inconveniente para arrimar al preferido del DT: Sergio Almirón, a quien sí le interesó la idea pero la Juventus no lo va a dejar ir por dos mangos.

Así, entre sesiones de masajes, un poco de playa e innumerables contactos con Buenos Aires, el Cholo busca variantes, preocupado por los posibles alejamientos de Falcao y Belluschi y el futuro de Carrizo. Pero sin histeria. Porque si algo destaca el DT, a diferencia de lo que vivió en Estudiantes, es la predisposición que encontró en Núñez para que le den los gustos y armar su Real Plate. Aunque hoy, a tres días de salir al campo de juego del Monumental como DT, a lo sumo su River podría parecerse al que se hundió con Passarella. O peor: ni siquiera a ése...

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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