—¿Te molestó que en River había dudas porque sos como el Beckham de los entrenadores?
—No soy Beckham. Estoy lejos. Tengo mi identidad y no la voy a cambiar. Hago todo naturalmente, soy muy espontáneo. Ya lo verán. Es River y genera mucha tensión, los pasillos son grandes... Beckham es rubio y yo soy morocho... Y de última él se parece a mí porque soy más grande, ja.
—Tal vez se genera a partir de que te gusta vestir bien, con ropa de moda.
—Sí, pero siempre me vestí así. En Racing como jugador, o de técnico en Estudiantes. No pasa por ahí.
—¿Te divierte jugar al modelo, ser la tapa de Caras con tu esposa o de la revista Tendencia?
—No lo pienso, lo vivo con naturalidad. Soy una persona pública. Lo que pasa es que acá el ambiente del fútbol es cerrado. Es fútbol, fútbol y fútbol. Me divierte salir en otras revistas.
—¿La tapa de Caras fue para relanzar la carrera de Carolina, tu mujer?
—Ella es modelo, no quiero hablar de cosas privadas.
—Eso no fue privado.
—Bueno, es cierto, tenía que ver con su carrera de modelo que relegó por los chicos (Giovanni, Gianluca y Giuliano). Me bancó siempre y sería injusto que yo no hiciera lo mismo.
—¿Y te preocupa la exposición que tendrá en el próximo Patinando por un Sueño justo cuando vas a dirigir a River?
—No, ella hará lo suyo y yo lo mío. Sin mezclar.
—¿Te molestó no haber podido asumir el día 14, tu número preferido?
—Son detalles. Siempre usé el 14. Es como el tipo que va al casino y lo juega siempre. Pero yo no voy.
—Aunque en Italia esperaste dos meses un cero kilómetro para llevar el doble 14 en la patente.
—Sí, y lo conseguí, je.
Como si fuera una producción de fotos de moda, Simeone propone un cambio de ropa. Al llegar al hotel estaba con una malla blanca, Dolce & Gabbana, y una remera gris oscuro. Era su modelo de playa. Al rato, aparece con bermudas blancas desflecadas, una colorida remera y ojotas casual. Luce un tostado parejo en su piel y nada de tatuajes vulgares: en su brazo derecho lleva los nombres de los integrantes de su familia en letras chinas.
—¿Por qué River es el club de tus hijos? Juegan en la Escuelita.
—Estamos cerca y Zywica y Giustozzi trabajan muy bien con los chicos: tienen el objetivo de que se diviertan. Y River, más allá de algún episodio (con los barras), es un club donde los chicos están bien. Tienen un lugar de educación, el colegio...
—Si te transformás en el Ferguson de River vas a dirigir a a tus pibes...
—No, no estoy en esa idea. Vivimos en la Argentina...
