domingo, 30 de diciembre de 2007

"No soy el salvador"



Luli Fernández camina por Gorlero con tacos que hacen ruido. Pasa por al lado de Alfio Basile, gorrita y ropa deportiva en una mesa de Il Greco, y ninguno se da cuenta de que está el otro. Graciela Alfano, en cambio, cuando ve al entrenador de la Selección enseguida va a saludarlo de la mano de Matías Alé. Punta del Este, glamour más fútbol con glamour, recién se está armando. Hay varios Mercedes Benz, autos descapotables que sólo viajan por Europa, pero aún no explotó. Diego Simeone se aparta del ruido del Conrad, su hospedaje en otros veranos. Elige un lugar pasando la Barra, más campestre y tranquilo, igual de lindo. Su cuerpo se desconecta; su cabeza, no. Porque aunque Carolina, su esposa, piense en unos masajes de relax, el Cholo habla de River. Dejó de mover los panes en la mesa y ahora anota tácticas en servilletas.

—¿Notaste el cambio por ser el técnico de River?

—Aparece el que te felicita, el que te dice "mirá que vas a tener un lindo laburo", o "descansá que hay un año exigente". Tengo un gran respeto por la gente de River. Hay más. Pero la gente de todos los clubes me trata bien. Yo trato de desenchufarme, aunque con el celular estoy comunicado todo el tiempo. Ojalá podamos llenar los casilleros que nos faltan.

—¿Qué te dijo D''Alessandro cuando lo llamaste?

—Está entusiasmado con volver. Lo conozco desde cuando nos encaraba como sparring: es diferente. La llegada de D''Alessandro nos daría un plus: aportaría situaciones de juego diferente por resolución y rebeldía. Y conoce la casa.

—¿Dónde jugaría?

—En Zaragoza va por derecha. En Europa se adaptan a todas las posiciones y acá nos sorprendemos cuando uno inventa algo. Se dice "éste juega de 5, 8 ó 10". ¡No hay más 5, 8 ó 10! Hay volantes, defensores y delanteros. Soy de esta idea. Si vos jugás de 4, cuando el equipo pierde te sacan porque hay que atacar. Como decía Bilardo, no hay que decir que sos 4 porque salís. D''Alessandro es un conector de líneas. Y en un equipo lo más importante es el que hace las conexiones, el que une delanteros con volantes, laterales con volantes. Andrés es de ésos, Ariel es otro, Alexis puede ser pero es más delantero y menos pasador.

—Varios enganches.

—Sí. Cuando me dicen del enganche respondo que me gusta jugar con varios porque no quiero depender de uno: te marcan a ése y el resto no juega.

—¿A Ortega lo ves ahí?

—Sí, es un delantero suelto, o volante por derecha con poco recorrido. Hay que encontrarle la función ideal, pero dentro de un orden. Ariel es inteligente. Hoy gasta menos energía que antes porque sabe encontrar los lugares para atacar.

—¿Abreu trae el gol?

—Es una referencia. También Marco Ruben, que es interesante. Abreu es un tipo maduro, con personalidad, para jugar de espaldas, sobre todo porque River tiene alrededor muchos jugadores similares. Lo pedí para Estudiantes. El gol es lo más difícil. Goles no hay, se compran caro. Y se necesitan goles de los volantes, que en River hay.

—En Estudiantes, a Sosa le dijiste que si hacía seis goles eran campeones...

—Sí, y no los hizo. Pero metió uno en la final que valió por todos, ja. Hoy no podés depender de un goleador porque cuando no los hace, perdés. Si tenés un jugador de 18 goles es muy bueno, pero si él tiene tantos y los demás dos, algo anda mal.

—Eso seguramente vas a extrañar de Belluschi.

—Sí, 12 goles en dos torneos es mucho para un volante. Pero encontraremos algún jugador para solucionar su ausencia. Es una pena, lo veía como Nedved.

—¿Carrizo va a estar?

—Me gustaría. Es un arquero importante, con una gran personalidad, pero primero tiene que sentir la alegría y el entusiasmo de participar.

—¿Archubi te gusta?

—Es importante. Puede ir por el lateral, volante zurdo es lo mejor que hace, o doble 5. Aspiro a que haya competencia: cuando uno se relaja perdemos todos.

—¿Por qué con este plantel a River le fue mal?

—Lo más difícil es jugar en equipo. Cuando entendés que en equipo se juega mejor, empezás a capitalizar. River tiene grandes individualidades, pero falta formar un gran equipo.

—El crack en Estudiantes era Verón. ¿El de River?

—Ariel es un crack. Siempre fue diferente, tiene magia y rebeldía. D''Alessandro también es un crack. Son tipos que toman decisiones.

—¿Te faltan tipos que tomen decisiones atrás?

—Hay. Tuzzio siempre fue un jugador valioso, a Nico Sánchez lo quiero conocer. Necesito ver a Nasuti, a Gerlo, a los chicos. Imagino que tendrán rebeldía.

—¿Alexis Sánchez?

—Lo había pedido para Estudiantes en junio. Otro que pedí y que por una cosa u otra no se pudo... Como siempre, entre paréntesis. Es vertical, vertiginoso, muy punzante. No sé si tiene mucho gol, pero me gusta que en el uno contra uno va para adelante.

—Tendrás que convencerlo de que la largue.

—Sí, pero eso se le sale. Cuando se van dando cuenta de que la pelota va más rápido que ellos... Una vez a Piatti le pasé una película de un pibe que eludía a todos y llegaba al área sin fuerza para definir. Le dije "esto es para vos". En la escena, el entrenador agarra la pelota, la patea al arco y le dice "correla". La pelota llegaba más rápido. Así varias veces. Piatti se reía. De área a área gambeteando. No tenés energía para llegar. Si vos sos rápido, gambeteá donde duele.

—¿Rosales es uno de tus grandes desafíos?

—Siempre me gustó. No pudo olvidarse de jugar. Yo no voy a recuperar jugadores, sino que voy a un equipo donde hay futbolistas que no tuvieron lo que esperaban. Ellos lo harán. Yo no soy el salvador, acá los salvadores son los jugadores. Y son grandes jugadores, si no jugarían en otro lado. Pero no en River.

—¿Te preocupa la interna que hay en el plantel?

—Estuve en equipos grandes y cuando las cosas no van bien se generan situaciones incómodas. El objetivo es ganar y para eso necesitamos estar todos juntos. Como técnico debo formar un buen grupo, después el equipo sale solo.

—¿Tendrás que acomodar a los jóvenes que, como dijo Ortega, ya tienen su auto y su depto?


—Yo arranco de cero. Por ahí un jugador a mí me da la vida y a otra persona no. —¿Te sorprendieron las declaraciones de Francescoli? El dijo en Olé que como técnico vos no tenés historia.

—No, tiene razón: no tengo tanta historia como técnico. Sé que también se lo dijo a Aguilar, así que aspiro a que un ex jugador tan representativo como él mañana valore mi trabajo.

—¿Es otro desafío?

—No, no me puedo poner a pensar qué dicen todos. Es imposible tener historia sin recorrerla. Hay algunos con mucha historia que llegan a un equipo y les va mal. Y hay técnicos sin historia que salen campeones enseguida. ¿Dónde está la medida? ¿Qué se valora de la historia? Podés tener 40 años entrenando y no haber ganado... Mancini arrancó y a los tres meses ganó la Copa Italia con la Fiore. De ahí a la Lazio: campeón de la Copa Italia en un año. Y fue al Inter.

—Por eso sorprende lo que opinó Francescoli.

—Repito: también sé que se lo dijo a Aguilar y no porque me lo haya contado él, sino otra persona, eh. Enzo se le acercó en un restaurant y le dijo: "Simeone tiene poca historia para llegar a River". No dijo algo irreal.

—Vos llevás dos años dirigiendo y un título.

—¿Qué querés que diga? Ojalá que en el futuro, a un tipo como Enzo le guste cómo juega River. Que hable bien me gusta más que si habla mal. Fue una expresión. Yo tengo una relación de respeto con él y valoro el jugador que fue.

—¿Querías que el Milan le ganara a Boca porque sos el técnico de River?

—Sí. Seguro.

—Arrancaste bien.

—El que perdió fue Boca. Y soy de la idea de pensar en River, jugar bien, escalón por escalón, que se llene ese gran estadio. Me motiva volver a ver el Monumental lleno. Tenemos que jugar bien porque la gente de River aparece rápido.

—A lo Ramón. ¿Te quisiste comprar a la gente?

—No lo hice buscando eso.

—Como jugador eras del estilo de Boca. ¿Como DT sos más River?

—Me gusta ganar. No sé si hay estilo Boca y River.

—Pero hay formas...

—Pero Boca ganó con el Coco Basile con un montón que jugaban bien.

—Y ahí se decía que ese Boca jugaba a lo River.

—Yo siempre quiero ganar. Y a la gente de River le gusta ganar. Al hincha en general le gusta ganar, y jugando bien, mucho mejor.

—Pellegrini decía que en River lo mataban si ponía triple cinco.

—Hay que ver. Argentina a veces juega con tres cincos (Gago, Mascherano y Cambiasso) y juega. El Milan pone cuatro centrales y juega. El tema es ver cómo se ensambla el equipo. Ojalá podamos transmitir que el esfuerzo no se negocia.

—¿La necesidad de River es salir campeón ya?

—Desde mi lado, es que la gente venga a la cancha y sepa a qué juega el equipo. Que se identifique. Aspiro a que haya una comunión entre el jugador y el hincha.

—¿Pero no sentís que el objetivo es inmediato?

—No, el objetivo es el primer partido. No aspiramos ya a lo que todos queremos. La realidad indica que hubo un campeonato no bueno y arrancamos de cero. Empecemos a jugar bien, a armar un buen grupo, un equipo, y a partir de jugar bien, vendrá lo otro.

—Dame el título. Decí la palabra campeón.

—No, los veía venir. Yo también sé gambetear, ja.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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