River y San Lorenzo es un clásico desde hace muchos años, pero desde que Ramón Díaz está en el banco del Ciclón estos partidos tomaron un sabor aparte. Cada enfrenamiento tomó un valor incalculable para ambos lados. Por eso, el conjunto Millonario en Mar del Plata no solo quería ganar para ser el campeón de Verano, sino que también para amargar al Pelado, quien apenas un mes atrás le dijo que no a ser el sucesor de Passarella para seguir en Boedo.
La derrota en el primer Superclásico del año pegó duro en el equipo de Simeone. Las críticas al innovador sistema de 3-3-3-1 fueron muchísimas. Para este partido volvió a los cuatro defensores, aunque continúa con la idea ofensiva: Rosales, Ortega, Falcao y Abreu juntos. El técnico metió seis cambios con respecto a los que perdieron con Boca, incluidos los regresos a la titularidad de Ferrari y Ahumada. Por su parte, San Lorenzo dispuso de un once inicial muy similar al que comenzará su participación en el Clausura y la Libertadores. Orión fue el arquero, luego de un comienzo de semana con dudas de su continuidad en el club por el interés del Nápoli. Ramón pidió que se quede, y así se hizo.
Comenzó el partido tan esperado y River salió a ahogar a su rival . Ortega era el conductor y Abelairas y Ahumada se repartían el centro de la cancha. El esfuerzo lo hacían los de Núñez, pero la primera de riesgo la tuvo Bilos con un cabezazo, después de un desborde por la izquierda de Aureliano Torres. Un minuto después, el Burrito probó de afuera y Orión controló. Abreu también intentó de zurda y su remate se fue cerca del palo derecho. Los de Simeone proponían, pero seguían con problemas atrás . Un error de Abelairas que se confió casi termina en penal para el Ciclón, pero el árbitro Carlos Maglio no vio el agarrón a Adrián González en el área del hombre de River. A la siguiente, el reclamo fue del otro banco por una supuesta mano de González tras un tiro de Falcao.
Ortega era de los más movedizos, junto con el colombiano. La mayoría de las pelotas pasaban por sus pies. El Burrito apareció por la derecha, mandó el centro y Rosales solo llegó a peinarla. San Lorenzo no podía crear juego y apelaban a los remates de afuera. Juan Manuel Torres lo vio adelantado a Carrizo y se animó, pero se fue cerca. Otra vez el Millonario sufrió los centros, como contra Boca , y un cabezazo de Romeo estuvo cerca, aunque el Uno respondió bien sacándola por arriba del travesaño. En el final, River volvió a poner mucha gente en el área contraria y pudo abrir el marcador. Abelairas pasó solo por la izquierda, buscó el centro pero la pelota pasó por encima de Orión y casi se le mete en sus espaldas. Lo salvó el palo al arquero del Ciclón. Adentro esperaban tres jugadores. Así, con imprecisiones para definir los de Simeone se fueron al entretiempo sin el gol que buscaron.
Simeone no esperó y para el complemento puso a Alexis Sánchez en el lugar de Ortega, reservado seguramente para el Superclásico del sábado en Mendoza. Nuevamente River salió a atacar y al minuto de juego Falcao encaró, eran tres contra dos y terminó simulando un penal inexistente y con amarilla para él. A los 7, Maglio sí cobró penal para el Millonario por una clara patada de Alvarado a Sánchez. Abreu pidió la pelota y anotó el 1-0 con un remate de zurda cruzado . Los del Cholo no aflojaron y a la siguiente el colombiano buscó la cabeza de Abreu y el uruguayo casi anota su segundo tanto con la camiseta de River. Hasta ahí todo era de los de Núñez. Sánchez entró bien y su habilidad hizo que amonestaran a Mendez y González. De las tribunas bajó el grito de "Chileno, chileno".
Ramón mandó a la cancha a Chavez por Silvera. El Cuqui hizo poco y se lo vio muy cansado. Rápido, el juvenil tuvo la suya de cabeza, pero la desperdició. Bilos también pudo empatar, pero Carrizo respondió sin problemas. Después de unos minutos sin llegar a Orión, River volvió con todo. Centro para Abreu, el Loco cabeceó para adentro y Placente la tocó claramente con la mano. Esta vez nadie le pudo sacar la pelota a Ferrari, y el ex Rosario Central falló. Buscó la derecha de Orión y el arquero salvó su arco. Los de Simeone no aflojaron y siguieron buscando el gol. Falcao pecó otra vez de egoísta y no lo asistió a Abreu que estaba solo esperando en el área.
A los 36, Méndez le pegó una patada a Buonanote y Maglio lo expulsó. Todo era de River y San Lorenzo no tenía respuestas físicas ni anímicas. Buonanote lo habilitó a Abreu, muy participativo en el complemento, y Orión se lució en el mano a mano. Pasaron los minutos finales y el Ciclón no hizo nada para merecer la igualdad .
A River le alcanzó con el 1-0 para ser el campeón del Verano, pero durante los noventa minutos hizo los méritos para ganar más cómodo este partido. Con este triunfo levantan la cabeza después de la derrota en el Superclásico y refuerzan energías para el sábado próximo que tendrán revancha contra Boca. En tanto, San Lorenzo no mostró nada y tuvo un arranque de año para el olvido sin victorias.
