viernes, 14 de marzo de 2008

Del Cholo futbolista al Cholo DT: Juego de comparaciones



Su historia siempre estuvo plagada de desafíos. Nunca le tendieron una alfombra roja y lo recibieron como a un príncipe a Diego Simeone. Todo lo que consiguió, en el fútbol y en la vida, fue a base de esfuerzo y de sacrificio. Transpirando la camiseta como hizo en cada uno de los equipos que defendió, desde Vélez en sus comienzos hasta el retiro con la de Racing, club del que es hincha desde chiquito. Pasando por todos los cuadros donde dejó su sello en Europa (Pisa, Sevilla, Atlético de Madrid, Inter, Lazio). Allí alcanzó su mayor brillo: campeón, capitán e ídolo en el Atlético, que ya le echó el ojo para un futuro como entrenador. Campeón en el calcio con Inter (Copa UEFA) y Lazio (cuatro títulos). Más los pergaminos con la Selección y la consagración en Estudiantes, su primer logro en la nueva función.

Y la afirmación surje sin necesidad de preguntarse: El Cholo dirige como jugaba. Lo respalda alguien que fue su compañero en Vélez y hoy están en veredas opuestas. "Me parece que es un poco más pensante", dijo Carlos Ischia. Y es cierta la observación del técnico de Boca. Se lo nota en el banco cuando se devana los sesos buscando hacer movimientos que cambien el rumbo de un partido. A veces resulta, como ante Católica o América de México. Otras no (recordar la humillante caída ante San Martín de Porres). Pero nadie puede poner en duda que River tiene un técnico que le hace honor a su historia.

Ahora bien, en el engañoso juego de las comparaciones se pueden avizorar algunas certezas. Simeone, cuando jugaba, nunca tuvo en el arco a alguien con el potencial de Juan Pablo Carrizo. Quizás, el que más se le acercó fue Sergio Goycochea en esa escalada de brillante atajador de penales en el Mundial 90 o en la Copa América de Ecuador 93. Pero sí tuvo en Astrada o en Almeyda a un termómetro similar al que dispone hoy con Ahumada o Ponzio. Un 5 combativo, que corte y toque rápido.

Augusto Fernández dispone de más calidad y menos recorrido que el propio Simeone cuando le tocó correrse como volante derecho. Pero Alexis Sánchez tiene mucho del Burrito Ortega de la primera época. Aunque con una salvedad muy grande: Orteguita gambeteaba igual que el chileno, pero la largaba más y siempre se la pasaba a un compañero. Algo que Sánchez aún no incorporó a su diccionario futbolero.

Una última: Abreu es de la raza goleadora de Crespo. Los dos se cansaron de hacer goles en los arcos del mundo. Y los dos tienen igual aplicación táctica en la cuestión defensiva. Algo que Simeone siempre destaca.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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