sábado, 8 de marzo de 2008

Hay otro clásico en La Plata: el Cholo vs. la Bruja



Estudiantes tiene a Verón, que es el mejor jugador". Un elogio, un símbolo de paz, una esperanza de tregua antes del frente a frente, o un pedido de amnistía. Lo que sea, Diego Pablo Simeone regaló flores para la Bruja y para Estudiantes, su ex club, del que se fue una medianoche. "Sensini es el mejor técnico del país", respondió, a las 24 horas, Juan Sebastián. Cardos, chinches y cuchillos, aunque con aires de ironía, para dejar en claro que entre ellos no hay feeling, sólo respeto profesional. Y también rivalidad: hoy, en La Plata, volverán a verse las caras como tantas veces. Pero esta vez cada uno de un lado. Y con el cuchillo entre los dientes.

El destino podría haber preparado para ellos otra realidad. Se conocieron en la Selección, hace más de una década, compartieron cancha varios años en la Lazio, se abrazaron para muchas fotos, se cambiaron en los mismos vestuarios. Y se reencontraron en Estudiantes, ya con el Cholo como DT. Sin embargo, siempre estuvieron distanciados, separados a pesar de la cercanía física. "No coincidimos como amigos, y de hecho siempre reconocimos que no lo éramos", admitió Verón.

Hubo roces en la convivencia en la Selección en el Mundial de Francia, pero nunca hicieron un culto de su distancia en los grupos a los que pertenecieron. Privilegiaron el interés colectivo, algo que el propio Simeone hizo público varias veces, cuando dirigía en La Plata. "Lo que nos une es querer ganar. A partir de ahí es todo más fácil", advirtió el Cholo después de su último clásico platense, que ganó 1-0.

En busca de un objetivo común, en sus declaraciones casi permanentemente predominó el tono conciliador. Fue el que utilizaron a partir del 2006. "Es extraño tenerlo como técnico porque fuimos compañeros. La relación debe seguir con respeto, sinceridad y ganas", remarcaba entonces el jugador. "La relación es buena, hemos compartido cosas importantes. No sé cómo seguirá manejándose el tema", lo recibía el Cholo entrenador.

El vínculo, igual, tuvo sus picos en el título del Apertura 06, o cuando Basile habló con Simeone para consultarlo sobre una posible convocatoria del volante ("llamalo, es un ganador", le respondió). Y un desgaste importante a partir de ahí, más que nada desde que se conoció el coqueteo de Simeone con River, todavía como conductor de Estudiantes. Por lo que habían peleado juntos, lo que habían encarado como proyecto a futuro (esta Libertadores), la relación empezó a resquebrajarse de a poco. Y explotó sobre el final del año pasado, cuando los rumores de divorcio era más que fuertes: si seguía el Cholo, Verón aceptaría la oferta del DC United. Y sin la Bruja, Simeone no pensaba seguir en La Plata...

El Cholo renunció después del partido con Olimpo y brotaron las diferencias. "Le faltó sinceridad", acusó Sebastián. "Alcanzaba con decir lo que verdaderamente pasaba", arremetió. Ahí descartó los millones de Estados Unidos y se quedó... "La diferencia es que yo soy hincha de Estudiantes", atacó. Fue la única vez que el Cholo respondió. Argumentó que él había sido el único capaz de unir a la gente del club. No sirvió. No alcanzó. No volvieron a hablar. "Nunca me hablé con él", soprendió el DT hace unas semanas. ¿Lo harán hoy, el día de cumpleaños de Juan Sebastián? ¿O seguirán con las bocas ocupadas por el cuchillo entre los dientes?

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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