miércoles, 23 de abril de 2008

El sello del "Cholo"



Se perdió un partido y con él, el invicto. Pero pudo ser peor porque también podría haberse perdido la punta del campeonato, algo que gracias a Tigre no sucedió. River jugó mal, es cierto. Pero también lo es que el equipo dejó todo para lograr el empate. Quizá no de manera prolija y pensada, pero sí ofreciendo el alma y el corazón en cada pelota, con el sello de Simeone. Ese hombre que llegó a River y desde entonces se encarga de mostrar (mostrarnos) que aquello del “esfuerzo no se negocia” no fue sólo una frase demagógica. Ese concepto es el dogma de este River. Un River esforzado y, cuando se puede, -como ante la U. San Martín- lujoso y goleador.

Ayer el equipo de Simeone enfrentó a un equipo que le jugó con las mismas armas. Esfuerzo por sobre juego, un arquero que tapó casi todo, un símbolo en la mitad de la cancha y una caldera como escenario. En ese juego de semejanzas, Central la metió una vez más que River. No hay que buscarle más vueltas al asunto.

El “Cholo”, desde su lugar, siempre mandó el mismo mensaje: “Vamos a buscarlo”. Puso a Ortega, -aunque el “Burrito” no estaba al ciento por ciento- porque confiaba en que su peso específico podía meter aún más a Central contra Alvarez y, en una de las primeras que tocó, Ariel hizo echar a Borzani. Puso a Rosales, porque necesitaba más desborde y explosión arriba y aunque Mauro no le dio eso, la apuesta no fue mala. Menos aún si se tiene en cuenta que Simeone, para el ingreso del “Burro” y del ex Ajax, no sacó a nadie de arriba. River terminó atacando con cinco (Ariel, Mauro, Abreu, Falcao y Buonanotte) más Augusto. Igual que contra el América, pero sin el mismo resultado. Ya que esta vez, cantidad no se tradujo en calidad.

Pero la imagen del final, de Carrizo yendo a cabecear, de Cabral y Villagra en el área, de Ponzio esperando el rebote dentro del campo rosarino, significa que River es un equipo al que van a tener que arrancarle los puntos, no se los van a sacar así nomás. Eso, teniendo en cuenta el antecedente del River del Kaiser, muchas veces tildado de “River sin alma”, es reconfortante y esperanzador.

Este equipo, con esta actitud, con ese sello de equipo “insoportable” que no te deja jugar tranquilo, va a empezar en los próximos días a jugarse la pilcha de verdad. Tendrá que recibir a Argentinos, preparar los octavos de final e ir a una Bombonera que pedirá por la cabeza de un equipo al que una tarde puede no meter la pelota en el arco rival tantas veces como es necesario, pero nunca se irá de la cancha sin haber dado alma, corazón y vida en cada pelota. Ese es el sello que el “Cholo” Simeone le impuso a este River. Que a nadie se le ocurra pensar que es poca cosa.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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