La autocrítica fuerte es puertas para adentro en River. Esa es una premisa de Diego Simeone, quien de todas formas dejó más de una frase para el análisis en sus dichos después del partido.
El Cholo arrancó destacando lo positivo: "Sabíamos de las necesidades de Central y creo que, en ese sentido, el partido lo jugamos bien. Ellos encontraron las situaciones de gol y las aprovecharon, pero en el segundo tiempo nosotros atacamos de todas las formas y tuvimos el empate con la chance de Villagra. Nos vamos con una sensación positiva."
-Entonces, ¿igual te vas conforme?
-Yo me voy conforme cuando ganamos. Cometimos errores, pero en el primer tiempo jugamos bien en varios pasajes. En la segunda parte hicimos todo como para encontrar el empate.
Y siguió: "En estos partidos hay que estar precisos, porque son todas finales. Los muchachos entraron al vestuario con la lógica bronca de no haber al menos empatado, pese a los méritos hechos. Pero también hay que ver las cosas positivas para encarar y corregir los errores".
La tarde de Simeone fue a pura indicación, como siempre, y también a puro encontronazo con el árbitro Javier Collado, a quien le reclamó varias veces por las fuertes infracciones que recibían sus jugadores. Tanto protestó el DT que Collado lo advirtió varias veces y hasta llegó a ponerse cara a cara con él luego de correr treinta metros después de una airada queja. Y cada vez que Simeone protestaba, los hinchas de Central lo atacaban verbalmente y no le perdonaban una.
Los goles de Central no parecieron sorprender a Simeone: "Sabíamos del buen disparo de media distancia porque lo venían haciendo en los últimos juegos y también conocíamos el giro de Arzuaga, que es muy peligroso dentro del área. Pero esto es un juego y, pese a estar atentos, ellos aprovecharon las situaciones y convirtieron los dos goles en esas jugadas".
La última maniobra, con todo River al ataque e incluso con Carrizo en el área contraria, también fue tema de conversación para el DT: "Carrizo estaba entusiasmado, y con la rebeldía y las ganas de no perder el partido. Y los defensores estaban muy cansados por el esfuerzo hecho. Este tipo de partidos suelen definirse con jugadas de intuición, y entonces no valía la pena que le recortara esa chance, porque esa jugada pudo haber terminado en gol tranquilamente".
