El tema Ortega estará en boca de todos durante largo tiempo. Y mucho tendrá que ver Nelson Vivas, el ayudante de campo de Diego Simeone, para que la convivencia entre ambos no sea una guerra permanente. Porque Vivas es el hombre que hace de nexo entre los dos desde hace rato. Y ahora más que nunca será el que intentará mantener el equilibrio para que una relación que aparece definitivamente como sin retorno, al menos logre algo de paz en este segundo semestre.
Es que el encontronazo que tuvo Ariel Ortega con el técnico Simeone en la previa al partido ante Banfield -cuando el DT lo sacó del equipo y tampoco lo incluyó entre los suplentes porque había llegado alcoholizado al entrenamiento del día anterior-, dejó huellas. Ahí Ortega le dijo de todo al Cholo en privado, primero, y en público, por los medios, después. Pese a esto, Simeone parece haberle perdonado el exabrupto al jujeño. O al menos eso se desprende después de la reunión que tuvo el entrenador con el presidente José María Aguilar en la que acordaron seguir con Ortega pese a sus dichos (le dijo "mala leche y vigilante"), y sin sanción alguna, además. Después, Aguilar charló con Ortega y también logró paz con el Burrito que allí prometió, una vez más, "portarse bien"...
Vivas, declaró ayer en TyC Sports sobre el tema: "Más allá de todo lo que dijo de nosotros, yo lo aprecio y el cuerpo técnico también. Yo quiero que Ortega esté bien consigo mismo y con su familia porque considero que es una excelente persona". En cuanto a la convivencia que se viene aclaró: "Es difícil manejar la situación, porque tenés a otros 29 jugadores esperando que uno actúe con Ariel como lo haría frente a un error de ellos, más allá de que entienden lo que le pasa. Pienso igual que lo hace el Cholo y me parece bien que renueve y que se retire acá porque él es River, pero hay reglas mínimas de convivencia que no pueden ser flexibles".
Vivas sabe que su trabajo será más que importante en este semestre. La relación rota entre el DT y el ídolo así lo indica porque es de los pocos que tiene trato con ambos... Basta recordar aquella corrida de Ortega para abrazarlo, sólo a él, tras el golazo de Cristian Villagra, con pase suyo, a Colón en Santa Fe.
