Sin lugar a dudas, Diego Costa fue el protagonista absoluto del partido de anoche en Viena. En la previa por una lesión que le obligaba a ser seria duda. Después del mismo, por su milagrosa recuperación y por sus dos goles. "Estaba tocado del partido del sábado. Hicieron gran trabajo los fisios y médicos. En la mañana quisimos ver cómo se sentía. Le dieron el alta. Hizo un partido enorme desde la colaboración para el equipo, el apoyo a la espalda, la profundidad. Eso me obliga a estar muy contento", reconoció Simeone a la conclusión del encuentro.
Al margen de la decisión de forzar a Diego, la otra sorpresa la representó la presencia de Raúl García en el once en sustitución de David Villa. "Uno elige en base a estar todos los días con los jugadores. Nos podemos equivocar. Conocemos las características de cada uno y entendía que le venía mejor a Raúl que llegaba de segunda línea, que nos apoyaba en el medio para sus cinco centrocampistas. El partido de Raúl García ha sido extraordinario", dijo, para luego añadir que "no pueden jugar 21. Lo hacen 11 y busco las mejores variantes para ganar el partido".
Simeone, ante la insistencia de preguntas relacionadas con lo sorpresivo del once inicial, recalcó que la plantilla está entrenando a la perfección y que él elige en función del partido y de cómo ve a sus jugadores: "No suelo opinar de las apreciaciones de los demás. Sí valoro el trabajo que están haciendo los muchachos que es enorme. Somos competitivos y un equipo complicado", indicó el preparador argentino, quien luego quiso destacar a dos futbolistas. "Hoy me llevo más que el triunfo, la respuesta de Toby, de Insua, de Raúl García.... No pueden jugar siempre los mismos. El trabajo se paga y se vio en el partido de Raúl y Toby que hicieron gran partido", concluyó.
Ahora, el objetivo de Simeone es "poder resolver" la clasificación en dos semanas "en casa"
