martes, 14 de enero de 2014

Simeone: "Un gracias enorme a este equipo de hombres"

El Cholo Simeone cerró su semana de partidos contra colegas argentinos con balance favorable, en consonancia con la alta rentabilidad que muestran sus números en los dos años de gestión en el Atlético de Madrid. Su equipo suele ser más fuerte que el duro desafío que le salga al paso. Su cultura del esfuerzo se adapta a cualquier exigencia. No da lugar al complejo de inferioridad. La serie ante el Valencia de Pizzi, al que eliminó en los octavos de final de la Copa del Rey, y el 0-0 frente al Barcelona del Tata Martino por la Liga de España fueron encuentros que llevaron la firma de entrenadores argentinos. En una escala diferente reprodujeron choques que tuvieron una impronta de los que son moneda corriente en nuestro campeonato. En los que la intensidad estuvo por delante del juego. Desarrollos cerrados, con más atención a los detalles de lo que es habitual en la Liga de España. Desde el desembarco de Martino, el Barça empató los tres cotejos (dos por la Supercopa de España y uno por la Liga) contra el Atlético. Todos fueron duelos fragorosos, disputados en cada centímetro del campo. Este estilo ya forma parte del credo que Simeone le inculcó al Atlético, especializado en interrumpir el juego catalán de toque y combinación. En la eliminación de Valencia hubo cierta lógica. Se impuso el equipo que suma muchos meses siendo una roca contra uno al que Pizzi recién empieza a acomodar. El Atlético hace sentir el rigor de su funcionamiento compacto, inmune a las urgencias o la desesperación. El tiempo siempre parece estar de su lado para establecer diferencias mínimas, pero decisivas, en cuanto el adversario conceda una distracción o un espacio que los jugadores del Cholo jamás regalan. En un juego de errores como es el fútbol, el Atlético siempre comete menos que su rival. Al conjunto del Cholo le cabe tanto el largo aliento que demandan las 38 fechas de la Liga como los infartantes play-offs o finales. Por esta vía ya fue campeón de la Liga Europa, Copa del Rey y Supercopa de Europa. En febrero del año pasado soltó lastre en la Liga Europa (no pasó la barrera de Rubin Kazan) por el desgaste de una formación que se exprime sin mucho recambio. Ese riesgo del agotamiento ya fue reflotado ayer por el Cholo, a quien hoy nadie imagina que pudiera escapársele una serie como la de 2008 con River ante San Lorenzo por la Copa Libertadoes o, ya en el Ciclón en el año siguiente, contra el humilde River de Uruguay por la Copa Sudamericana. Ahora puede sentirse acreedor del elogio al que aspira cualquiera que lleva adelante una carrera o un oficio: que se supera y cada vez es mejor en lo suyo.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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