lunes, 14 de abril de 2014

Simeone y Atlético, más cerca de un gran sueño

¿Qué les parece si contrato al Cholo Simeone?" Corría octubre de 1993. Atlético de Madrid, dirigido por el argentino Jorge D'Alessandro, volvía desde Sevilla a la capital española en el tren de alta velocidad. El entrenador juntó a los referentes del plantel colchonero y les contó que pensaba en el Cholo para la temporada 94-95. Unas horas antes, Simeone les había convertido los dos goles con los que Sevilla venció a Atlético por 2 a 1. Caminero, Solozábal y Vizcaíno, todos españoles, todos referentes rojiblancos, aprobaron al Cholo. Una vez en Madrid, D'Alessandro habló con el presidente Jesús Gil y Gil. Y la contratación se puso en marcha. Pasaron dos décadas de aquel viaje. Con el Simeone jugador, Atlético consiguió su famoso doblete -Liga y Copa del Rey en la temporada 95-96-; con el Cholo entrenador reescribe los libros de historia. Con 107 goles en la campaña, el Atlético 2013-14 igualó al de 96-97 como el más goleador de la historia. Habrá que dejar un lugar para el nuevo número, que Simeone y los suyos superarán en los próximos días. A falta de cinco partidos para el final de la liga española, Atlético les lleva tres puntos a Real Madrid (escolta) y cuatro a Barcelona (tercero). La victoria como visitante frente a Getafe (2-0, gracias a los goles del uruguayo Diego Godín y del hispanobrasileño Diego Costa) le permite ciertos lujos: Atlético puede perder un partido e igualar en puntos con los merengues de Real, que igual se consagrará campeón. El goal-average en los enfrentamientos entre ambos favorece a los colchoneros. El entrenador es el D'Artagnan de un grupo de jugadores que han perdido el sentido de la individualidad. A contramano de los tiempos actuales, Simeone consiguió instalarles el chip de la unidad. La verdadera superestrella del líder de la liga española es el equipo, no un jugador. Ni siquiera el arquero belga Thibaut Courtois, considerado por los expertos el mejor del mundo en su puesto, o el propio Costa. Sale un titular, entra un suplente: la filosofía es la misma. Tenga o no la pelota, Atlético da pelea. Más que ganar en la posesión, duplicar a su rival en ocasiones de gol o estrellar varios remates en los palos, a los rojiblancos les importa la foto del marcador en el minuto 90. Tan acostumbrados están a ganar que el mismísimo Simeone cambió el discurso. Hasta no hace mucho, el Cholo solía escudarse detrás de las espaldas (y las billeteras) anchas de los grandes, Barcelona y Real Madrid. Les tiraba la presión a ellos, por más que los suyos redondearan actuaciones magistrales. Por más, incluso, que su listado de víctimas en la temporada incluyera a Barcelona, al que eyectaron de Europa la semana pasada. Atlético, su Atlético, ya no va más "partido a partido". "Ahora es final a final", decretó Simeone tras el éxito en Getafe. Su equipo tiene siete encuentrosencuentros decisivos por delante. Cinco por liga; dos, al menos, por la Copa de Campeones, frente a Chelsea (Inglaterra). En su patria, Atlético deberá recibir a Elche, visitar a Valencia, ir al estadio de Levante, hospedar a Málaga y viajar a Barcelona para enfrentar al equipo del Tata Martino en la última fecha. Los colchoneros dependen de sí mismos -ganando los próximo cuatro partidos serán campeones-, por lo que cabe la posibilidad de que un encuentro de semejantes quilates se juegue por nada.

Cholo Simeone

Cholo Simeone

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